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sábado, 25 de septiembre de 2010

PROCESO DE ENVEJECIMIENTO

PROCESO DE ENVEJECIMIENTO

Nos encontramos con que las tendencias demográficas se están invirtiendo; hasta hace pocos años el porcentaje mayor era de jóvenes y adultos; avances médicos y tecnológicos han aumentado el promedio de vida de los “mayores”.
Estos forman un grupo diferente e importante con rasgos culturales específicos e intereses propios, exigiendo a la sociedad que garanticen su bienestar, desempeñar funciones que den sentido a sus vidas y para las cuales están preparados y tienen experiencias; finalizar con la marginalidad y los prejuicios que rodean al concepto de envejecer.
Las políticas gubernamentales no prestan debida atención a esta franja social, acuciados por otros problemas. Pero el adulto debe prepararse para los cambios que se vienen.
El envejecimiento no es un proceso simple, sino un conjunto de procesos asociados entre sí; no se puede evitar envejecer, sí se puede evitar y cuidar del envejecimiento patológico (no natural).
El envejecimiento es un proceso dinámico, en el que se realizan cambios en varios ámbitos: biológico, psicológico y social; pero donde existen posibilidades de desarrollo según las variables ambientales, biográficas e individuales. Disminuye nuestra competencia fisiológica y nos volvemos más vulnerables en la composición química del cuerpo, y así perdemos fuerza en las respuestas a las adaptaciones que debemos realizar en nuestro entorno.
Pero la mayor incidencia se da en cinco ámbitos.
Económico- El adulto mayor tiene que plantearse si económicamente puede cubrir sus necesidades básicas. Es frecuente que, al sentirse sano, con disposiciones para alguna tarea, opte por realizar algo más.
Social- Se pierden relaciones, ya sea laborales, o porque van perdiendo seres queridos; además los hijos emprenden su vuelo propio.
Nutricional- Debemos hacer una revisión de nuestra dieta, pues es probable que no lleguemos a nuestros requerimientos; el organismo deja de asimilar nutrientes como cuando era joven. Además aumentar el consumo de agua a fin de evitar deshidratación y sequedad en la piel.
Habitacional- Nuestra vivienda debe estar preparada para suplir las funciones que iremos perdiendo; si podemos autosustentarnos, si necesitamos ayuda para desplazarnos, o si será mejor recurrir a instituciones donde nuestras necesidades estén cubiertas.
Psicológicas- Los cambios físicos y biológicos generan pérdidas de la independencia que se tenía hasta entonces; agreguemos a eso las pérdidas de familiares o amigos; se producen duelos que pueden solucionarse en un tiempo prudencial o persistir por años y volverse crónicos; pasado un año hay que buscar ayuda profesional.
Desarrollo de nuestro proyecto de vida- Debemos decidir como queremos vivir esos años del proceso de envejecimiento, eligiendo actividades que sean fuente de placer, esparcimiento y desarrollo personal.
Buscar nuestras motivaciones, motores de vida, a fin de experimentar bienestar psicofísico y socio-económico.
El estar abiertos a adquirir nuevos aprendizajes puede ayudarnos a mantenernos mejor.
Buscar participación social en recreaciones grupales o familiares, que son contactos sociales positivos para nosotros. Las personas que están rodeadas socialmente mantienen un estado d salud superior a los que se mantienen aislados.
Emplear estrategias como entrenamientos de memoria, técnicas de relajación, participación grupal, contribuyen a mantener nuestras funciones psíquicas el mayor tiempo posible sin degradación.
BIBLIOGRAFIA
Capelli y Dracul: Aprendizaje y vejez
Viguera: Educación para el envejecimiento.
Rodríguez Estrada, Pellicer de Flores, Domínguez Eyssantier: Autoestima.

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