Los descubrimientos realizados acerca del poder de la mente humana son impresionantes. Lo que antes eran creencias metafísicas, esotéricas, magia blanca, etc., ahora ya está plenamente confirmado. Los científicos ya han podido confirmar que el pensamiento humano influye en el comportamiento de los fotones. También han confirmado que el pensamiento influye en el funcionamiento de nuestro organismo: si imaginamos que estamos corriendo, nuestro organismo se prepara para correr, el corazón late más rápido, la sangre circula también más rápido. También se ha descubierto que un pensamiento deja como una huella marcada en su recorrido neuronal, de manera tal, que, al tener un conocimiento nuevo, se forma un “camino” que se va acentuando a medida que dicho conocimiento se practica más y más. Estos nuevos descubrimientos han sido ampliamente aprovechados por , ( para dar un ejemplo ), entrenadores de deportistas rusos, que, a sus competidores, le hacen imaginar una nueva técnica, varias veces, para que en su mente se forme ese “camino o huella” y luego esa nueva técnica aprendida le resulte más fácil y con mejores resultados.
¿A dónde queremos llegar con todo este prolegómeno?
A ENTENDER QUE NUESTROS PENSAMIENTOS TIENEN PODER SOBRE NUESTRO MUNDO FÍSICO, Y QUE PODEMOS CAMBIAR NUESTRA REALIDAD SI DIRIGIMOS, CONCIENTEMENTE, NUESTRA MENTE HACIA DETERMINADAS ZONAS QUE ANTES CREÍAMOS ERAN EXTERNAS A NUESTRA VOLUNTAD.
QUE LO QUE CREEMOS SE VUELVE NUESTRA REALIDAD, Y QUE TENEMOS EL PODER, SI LO PENSAMOS CON FUERZA Y CONTINUIDAD, DE TRANSFORMAR NUESTRA “REALIDAD” A LA MEDIDA DE NUESTRAS PROYECCIONES.
QUE PODEMOS DEJAR DE PENSAR QUE NUESTROS PROBLEMAS SON CAUSADOS POR ALGO EXTERNO Y ENCAUZAR, DE AHORA EN MÁS, NUESTROS PENSAMIENTOS CON EL FIN DE LOGRAR EL ESTILO DE VIDA QUE ELIJAMOS.
