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LO UNICO PERMANENTE ES EL CAMBIO.
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jueves, 3 de junio de 2010

¿DIETAS O CAMBIOS DE HÁBITOS?

¿DIETA O CAMBIO DE HABITOS?

Los que se han visto en la necesidad de hacer dieta saben que no siempre dan resultados, por mucho empeño que se ponga. El mismo organismo se defiende cuando intuye que va a pasar hambre, o le van a mermar las raciones. Todos los que hemos hecho dietas sabemos lo que ocurre: los dos primeros kilos son más fáciles de rebajar, pero de ahí en más es un triunfo. Algunas personas son más constantes que otras, pero la mayoría reacciona igual.
Que la dieta de la banana, que la de la sopa, que la disociada, que la vegetariana, etc, ¡hay miles!
Los resultados de esas dietas son a corto plazo, pero sabemos que al poco tiempo viene el efecto REBOTE!
Actualmente los especialistas en obesidad plantean una serie de cambios con los que se logran cambios lentos, pero perdurables.
Se refieren a introducir cambios en tu dieta que si bien no te darán resultados espectaculares o inmediatos, irán cambiando tu metabolismo y, a otro ritmo, irás perdiendo peso y ganando en salud y energía.
Primer medida:¡ No usar la palabra “dieta”! Evitar que llegue al cerebro ese vocablo, que dará la orden inmediata de comer.
Los horarios de nuestras comidas deben acompañar el funcionamiento de nuestras glándulas, y no obligarlas a un esfuerzo superior.
El primer cambio consiste en realizar un buen desayuno, que te aporten todas las categorías alimenticias: lácteos, frutas, carbohidratos, proteínas. Aunque no estés acostumbrada, hacer un esfuerzo, y consumir un desayuno abundante; al mediodía no tendrás tanto apetito.
Desde las 16 hs. en adelante no consumir azúcares ni carbohidratos. Cenar liviano.
El segundo cambio consiste en elegir alimentos llamados “calóricos negativos”, que serían vegetales y legumbres que aportan pocas calorías y producen saciedad: ajo, calabaza, cebolla, apio, coliflor, pepino, lechuga, morrón, remolacha, zanahoria, espinaca, zapallitos verdes, porotos y lentejas.
Otro cambio importante es mermar el consumo de carnes, principalmente carnes rojas.
Además prestar atención a los alimentos preventivos del cáncer, como es el brócoli, la cebolla, soja; preventivos del colesterol: lino, manzana, aceite de oliva; etc.
Y por último, pero no menos importante, actividad física adecuada, pero no tiene que ser muy fuerte ni muy exigida. Suave, combinada con una caminata, pero constante, a diario; 40 min. es lo recomendable.
Los resultados se verán de a poco, y lo más importante: no hay efecto “rebote”. DA RESULTADO!!!!!!